Todos en algún momento y de varias formas e intensidad hemos tenido miedo.
A muchas cosas tememos en nuestra vida diaria: a la noche, a la oscuridad, a los perros, a los gatos, las arañas, a la muerte… Pepito tiene una terrible intolerancia a los insectos, que al menor vestigio de un mosquito se gasta todo el insecticida que guarda y del que estaba bien dotado siempre… Al vecino fruncido, a la vecina y su lengua fecunda… al que le dieron fama de bandido y al que sin tanta fama lo es, al volcán que no termina de erupcionar, al jefe, a la mujer, al hombre, a equivocarnos, a la falta de trabajo..…, a que se enferme mi hijita, a no tener dinero, al mañana…..
Eres tú quien escribe tu destino!!! más te vale tener ortografía. Ese destino que queremos para nosotros, para los nuestros, dependerá de cómo entendemos los miedos y como los superamos, liberamos o por lo menos los asumimos, …eso es tener “buena ortografía”.
Hablemos de esas cosas que nos dan miedo, ¿que genera el miedo? y ¿cómo asumirlo para alcanzar nuestros sueños y superar los límites?
“La multitud obedece más a la necesidad, que a la razón, a los castigos más que al honor, a los miedos más que al amor”, hay miedos que hacen guerras y sistemas de gobierno.
Lo desconocido crea miedo, entonces es la ignorancia y el vivir fuera del presente las causas que lo originan. También el desconocimiento de ser y las capacidades que poseemos, mejor dicho una baja autoestima, es terreno fértil para los miedos.
Pero es tan mágica la vida que cuando empezamos a escarbar en las causa de los problemas, ellos mismos nos traen la solución, “el niño cuando nace siempre trae la palanqueta bajo el brazo”, dice el dicho popular, y sí… frente a la ignorancia el conocimiento da el poder, pero hay que tener el coraje para dejar la pereza y para seguir la luz que nos da el conocimiento.
Vivir el presente es de suprema importancia, pues revivir errores pasados atrae la misma experiencia amplificada. La mente y el poder del pensamiento son maravillosos y totalmente poderosos, cuando le damos vuelta a la cabeza con un pensamiento del pasado lo atraemos, así mismo es el futuro, nos paraliza solo con un pensamiento inexistente.
La sola toma de conciencia de esta realidad le cierra las puertas al miedo.
Finalmente ¿quién soy?
Aquí les mostrare mi declaración de principios, pero lo pongo como guía, no como afirmación que todos deban asumirla. Hablando en primera persona diría: soy un ser humano, pero más allá de esa dignidad esta mi Fe.
Reconozco mi dignidad como ser humano, en el ser creatura DIVINA, en esencia “hecho a imagen y semejanza” como dice la biblia. De la divinidad, con la misma dignidad y poder creador en el amor infinito.
Si soy esencia divina y comparto en la vida con todo y todos esa esencia, porque temer a algo? si de todo soy hermano, si vivo y palpito con todos y todo en el corazón amoroso de Dios/Creador. A que puedo temer entonces?
Si entendemos esto, los velos de la ignorancia se han ido y el paso siguiente es identificar que nos da miedo.
Sí solo lo enfrentamos y observamos …. al final de todo, los miedos son dioses de barro que cuando se moja sus pies, se derrumba todo.
Solo mira a los ojos a aquello que te atemoriza, míralo con amor, se consciente de quien eres, de tus capacidades, de tu dignidad y adelante…. tu paso y tu valentía lo desvanecerá.
Elevemos la consciencia para alcanzar la libertad del alma y cumplir con nuestros sueños.
CA/EV
Cesar Ayala
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