El Proceso del Duelo

Cuando hablamos del duelo no solo hacemos alusión al proceso por el que pasa una persona por la muerte de un ser querido, sino también a los sentimientos de tristeza o dolor que tenemos cuando debemos superar distintos tipos de pérdidas como pudiera ser un divorcio, cambio de lugar de residencia, pérdida de alguna parte de nuestro cuerpo, quedarse sin trabajo, fases de cambio por el trascurrir de las etapas naturales de la vida, etc.

Es importante saber que la persona, no tiene por qué pasar por ellas en un orden predeterminado, sino que más bien se pasa de una a otra indistintamente hasta que se logra aceptar la pérdida. Es un proceso que durará hasta que lleguemos a comprender esa pérdida y se instaure el sentimiento de poder seguir adelante con la vida sin el ser ausente.

Negación, Ira, Negociación, Depresión, Aceptación y Aprendizaje

etapas del duelo

Negación

No creer que haya sucedido la pérdida que hemos vivido. Nos  sentimos    paralizados    o   entramos    en insensibilidad.    


Empezamos a engañarnos y decimos que mientras más rápido hacemos todo más pronto pasará y todo volverá hacer como era antes.

Ira

En esta segunda fase nos enfadamos con nosotros mismos culpándonos de no haber hecho algo más.  Entra la razón y la emoción en conflicto.


En caso del duelo de un  ser querido,  nos  enfadamos incluso con él por no haberse cuidado mejor. Nos enfadamos por no haber podido evitar que esto sucediese. Creemos que “esto no tenía que suceder” o, al menos “no ahora”. Detrás de la ira empiezan a aparecer emociones que estaban escondidas, iras que ya teníamos detrás de esto, abandonos que hemos sufrido en algún momento, tenemos la tristeza, el pánico, el dolor y la soledad.


La ira vendrá, se irá, volverá y así durante el proceso de duelo. Buscaremos culpables para sacar la ira, el médico, las circunstancias, los familiares, los amigos, uno mismo, Dios y los culpables seguirán apareciendo.


Negociación

Aquí es donde está la culpa.  Empiezan a invadirnos los ¿“Y sí?”.  Queremos hacer lo que  sea para dejar de sentir el dolor de la pérdida. Buscamos librarnos del dolor porque afrontarlo duele demasiado pero nos quedamos atados al pasado, al  momento de  antes  de la pérdida,  en  un intento de olvidarnos de lo sucedido para no sentir dolor. O, creamos un   futuro imaginario   y  patológico  donde   esta pérdida no  ha  sucedido. Y sentimos “alivio”  por ver  que  quien más  amas  ha dejado  de sufrir.


Empezamos a distraernos, trabajando más, ocupándonos más, saliendo de paseo, haciendo compras, viajando, hacemos todo lo que sea necesario para no sentir la emoción, ni el vacío.  Proyectamos lo que haríamos si la persona no se  hubiera  ido y  vivimos  de sueños. Y empezamos a hacer lo que la persona que ya NO esta, hubiese hecho o hubiese querido que hagamos. Nos negamos a sentir que ya no está.


Vamos oscilando entre lo real y lo que podría haber sido. Intentamos pactar incluso para morir en el lugar de la persona que se ha ido, empezamos a buscarlos en los sueños, mensajes e incluso buscamos médiums para que nos den mensajes de ellos, queremos decirles todo lo que no dijimos mientras pudimos.  Es una adaptación mental  a la  nueva realidad,  donde escapamos del dolor, volvemos a conectar con el dolor, nos volvemos a escapar.  Una adaptación por goteo.



Negociación

Aquí es donde está la culpa.  Empiezan a invadirnos los ¿“Y sí?”.  Queremos hacer lo que  sea para dejar de sentir el dolor de la pérdida. Buscamos librarnos del dolor porque afrontarlo duele demasiado pero nos quedamos atados al pasado, al  momento de  antes  de la pérdida,  en  un intento de olvidarnos de lo sucedido para no sentir dolor. O, creamos un   futuro imaginario   y  patológico  donde   esta pérdida no  ha  sucedido. Y sentimos “alivio”  por ver  que  quien más  amas  ha dejado  de sufrir.


Empezamos a distraernos, trabajando más, ocupándonos más, saliendo de paseo, haciendo compras, viajando, hacemos todo lo que sea necesario para no sentir la emoción, ni el vacío.  Proyectamos lo que haríamos si la persona no se  hubiera  ido 

y  vivimos  de sueños. Y empezamos a hacer lo que la persona que ya NO esta, hubiese hecho o hubiese querido que hagamos. Nos negamos a sentir que ya no está.


Vamos oscilando entre lo real y lo que podría haber sido. Intentamos pactar incluso para morir en el lugar de la persona que se ha ido, empezamos a buscarlos en los sueños, mensajes e incluso buscamos médiums para que nos den mensajes de ellos, queremos decirles todo lo que no dijimos mientras pudimos.  Es una adaptación mental  a la  nueva realidad,  donde escapamos del dolor, volvemos a conectar con el dolor, nos volvemos a escapar.  Una adaptación por goteo.

Depresión

Comienza  la sensación  de  vacío.  Creemos  que nuestra  vida ya  no  tiene el  mismo  sentido, que nada vale la pena  y que  siempre estaremos invadidos por la tristeza. Que hagamos lo que hagamos, no importa, ya nada será igual.  Nos planteamos si nuestra vida tiene o no sentido ahora. Crees que ya no tienes razones para levantarte cada mañana.


Salir de la cama se convierte en un esfuerzo terrible. Perder  a un  ser  querido es  triste  y deprimente. También hay que permitirlo, acogerlo y soltarlo cuando sea el momento.


Aceptación y Aprendizaje

Aquí entra la conexión con el alma y ya no con la mente, el entendimiento, el agradecimiento.   Gracias al dolor tan grande que tuve, pude conocerme a mi mismo y saber que a pesar de tan grande dolor puedo volver a empezar, soy fuerte y valiente.  Y empieza un nuevo camino para uno mismo…


No todas las personas llegan a esta etapa, muchos se quedan atrapados en diferentes etapas, por eso es necesario, sentir las emociones y aunque a veces parezca demasiado,


¡darse el permiso de sentir! 


Hace varios meses pude sentir en mí misma este proceso, se me despertaron miedos y emociones que creía estaban superadas, me he tenido que enfrentar a los miedos y emociones más grandes del alma, pero también he aprendido que amor es dejar ir.  Es un proceso físico, emocional, mental y espiritual, así que con la ayuda de todas las herramientas que tengo he podido pasarlo de una mejor manera.  


Si estas estancado en alguna etapa o quieres entender mejor el proceso, puedo ayudarte con la herramienta del péndulo hebreo.

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Erika Villarreal

Soy índigo y un trabajador de la Luz (Light Worker). Mi camino espiritual empezó desde muy corta edad, mi búsqueda me llevo en el camino del chamanismo, durante varios años comencé mi propio viaje de sanación personal, llevándome a conocer la Luz y la Oscuridad, abrace a mi propia sombra para poder re conectarme con la Luz. Soy sanadora natural, psíquica, clarividente, tengo sueños premonitorios, viajes astrales conscientes, contactos Angélicos y contactos con otras dimensiones. Tuve la oportunidad de estudiar en el Colegio de Estudios Psiquicos en Londres. Soy Master en Usui Reiki, Sanación Reconectiva, Thetahealing, Registros Akashicos, Sanación por Arquetipos, Terapía de Respuesta Espiritual, tengo conocimientos Shamanicos, Ancestrales y Munay ki. erika_reiki@yahoo.com
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