Aprender a usar el lenguaje en favor de uno mismo, es vital para evitar la posibilidad de auto sabotaje. Es importante enviar el mensaje correcto a la mente, así la usamos como una herramienta y podremos tener mejores resultados en nuestros días cotidianos.
Cuando empezamos a ser observadores de nosotros mismos y nuestros pensamientos, nos damos cuenta de la creación y el poder de las palabras. Usamos a la mente como la creadora que ES.
La mente reconoce que algo está cambiando dentro de los primeros 21 días, así que si de verdad queremos auto sanarnos, seamos pacientes con nosotros mismos. Al inicio es algo más difícil, porque estamos queriendo salir de la zona de confort, por lo tanto habrá resistencia. Pero si somos constantes, lo ¡lograremos!
”Tengo que”
Generalmente asociamos esta palabras con acciones o tareas que me disgustan y me cuesta trabajo realizar.
Tengo que: implica una carga y un peso que nos detiene, por lo tanto hay que evitarlo al momento de decirlo, cuando decimos “tengo que”, la mente lo reconoce como una obligación, nos lleva al momento de la niñez, donde nos obligaban hacer algo que no queríamos, pero “teníamos que hacerlo”
Podemos cambiar esto solamente con observar las palabras que salen de nosotros, y en vez de decir “tengo que”; podremos empezar diciendo quiero hacerlo.
Por ejemplo, tengo que arreglar la casa (tengo que trabajar) (tengo que estudiar), es una obligación y nos cuesta trabajo al hacerlo. Si cambiamos las palabras, por quiero arreglar la casa (quiero trabajar) (quiero estudiar), empieza a haber un cambio interno y lo notaremos en el transcurso de los días.
“NO”
La mente no registra el “no” y por lo tanto nos boicoteamos al plantearnos objetivos como: no quiero comer pan, la imagen del pan aparece en la mente y lo único que queremos y estamos pensando es en el pan.
Cuando niños nuestros padres nos decían: no te ensucies o no te manches, y lo que la mente registra es ensuciarse y mancharse.
Así que si queremos cambiar algo en nosotros, hay que decirlo de manera positiva, por ejm. En vez de decir no quiero comer pan, podemos decir cambiaré el pan por frutas o verduras.
“Mañana”
El único momento que hay es el presente, por lo tanto la mente no conoce el mañana como tiempo, además el mañana no está en el calendario, existen fechas que la mente reconoce, pero no reconoce “un día de estos” o “algún día”, si decimos esto nos pasaremos esperando por algún tiempo o posiblemente nunca llegue un mañana.
Si queremos hacer algo en el futuro, podemos poner fecha e incluso hora, ya que la mente humana se la ha programado con calendario.
“Pero”
Tengo que sacar la licencia nueva, pero es muy tarde. Tengo que ir a trabajar, pero no me encuentro bien.
Hemos hablado del “tengo que” anteriormente y si le añadimos el pero, nos quedaremos sentados y cómodos en la zona de confort, esperando que alguien o algo nos dé un empujoncito para empezar a cambiar. Muchas veces nuestra alma esta tan desesperada por ser escuchada que hace todo lo posible por hablarnos, y es cuando la mente empieza a entrar en el caos.
Que quiere decir la persona con la primera frase, quiere sacar la licencia, pero tiene miedo. “Te ayudo pero mañana” (condiciono mi ayuda, procuro y deseo que tu no puedas mañana).
Si ponemos el “pero”, estamos poniendo una excusa para no hacer algo. Es mejor decir y sobre todo aceptar que no se quiere, es más ¡saludable!
“Que Pereza”
Al decir estas palabras, inmediatamente el cuerpo responde. Es una orden y por supuesto el cuerpo solamente se relaja y deja de tener energía para cualquier actividad que hemos programado.
“Que Aburrido”
Con estas palabras el cuerpo responde, y no habrá manera de tener los recursos para la acción, disminuye el interés y se pierde energía.
Es importante hablar en presente, ya que la mente no conoce de tiempo ni espacio, y el único momento que es real es el presente AQUÍ Y AHORA.
Erika Villarreal
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