He podido tener experiencias fuera de mi cuerpo, realizo viajes astrales desde mi niñez, soy psíquica y clarividente; toda mi vida he sido una buscadora de que hay más allá de esto.
Recién en el 2011 empecé a realizar viajes astrales conscientes y casi por primera vez, vivir entre dos realidades. Me empecé a conocer y sobre todo a aceptar que soy diferente, pero a la vez soy igual que todos los demás.
Empecé a aceptar a mis amigos “imaginarios” como solían decirme cuando era una niña, e interactuar con ellos de la manera más natural posible. Los seres que quisieron hacerme creer que son imaginarios, se convirtieron en mis mejores amigos.
Ha habido tantas creencias en nuestra mente y tantos miedos guardos, que nos han hecho daño. Creencias de que solo lo que vemos y tocamos es real; hay que sufrir para llegar a ser merecedores de Dios; hay que castigarnos para ser buenas personas; ayudar a los demás y si nos sobra algo de tiempo, preocuparnos de nuestra alma, culpables por no cumplir las expectativas de nuestros padres, sociedad o religión y así algunas creencias.
Todos en algún momento hemos tenido experiencias conscientes fuera de nuestro cuerpo, hemos sentido presencias en algún momento a nuestro alrededor, hemos presentido que pasa algo o que algo pasará, hemos escuchado ruidos extraños estando solos, hemos recordado que en algún momento tuvimos una vida anterior con una persona, hemos sentido que conocemos a una persona desde hace muchos tiempo atrás, pero seguimos dudando de que es mi “imaginación”.
El momento de que empezamos a aceptar que no estamos solos en el universo, podremos empezar a vivir en armonía con todos los seres que no se encuentran en este espacio de tercera dimensión. Las creencias y miedos empiezan a desaparecer. Solamente es cuestión de hacer caso a nuestro corazón, hacer caso a la intuición, darse cuenta de que somos diferentes, pero a la vez iguales a los demás. Aceptemos que no estamos locos, en épocas anteriores, eran considerados locos por bailar.
Empecemos a dejar a un lado los prejuicios del que ¡dirán!
Uno de los miedos más grandes ha sido a lo desconocido, tememos lo que no conocemos, pero nos detenemos a ir más allá por las creencias limitantes. Incluso cuando recién conocemos a una persona, tenemos miedo de acercarnos porque no sabemos cómo es. Si compramos zapatos nuevos, el miedo de que si serán cómodos o no; cuando vamos a un restaurante pedimos la misma comida, no nos arriesgamos a pedir algo diferente, ¿pueda ser que no me guste? Lo conocido es más seguro, aunque nos haga daño.
¿Sera el momento de arriesgarnos? ¿Sera el momento de dar el siguiente paso? ¿Sera tiempo de hablar de nuestras emociones?
No es necesario salir al plano astral para poder abrirse a otras realidades o interactuar con otras dimensiones. Lo único que se necesita es ser valientes, abrir la mente y sobre todo abrir el chacka del corazón. Demos el permiso de SER sin expectativas, solo así podremos AMARNOS los unos a los otros.
NAMASTE
Viajando al Plano Astral en Búsqueda de la Evolución Espiritual
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Erika Villarreal
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